31 de enero de 2012
29 de enero de 2012
24 de enero de 2012
El corazón quiere estallar, la tensión resbala por las manos, las piernas vibran. La cabeza no piensa, solo ve, ve pasar, ve morir. Tdoo aquello que parecía viajar ahora parece solo esperar. La depresión no aparece pero no hay duda alguna que amenaza con llegar. Los ojos tiemblan, la boca muere, la sangre deja de fluir.
Es lógico pensar que todo va mal. No se puede decir lo contrario pensando que jamás se pueda uno curar, vivir y sonreír. Puede que simplemente esa sea la solución, dejar estallar, no ver, no oler, explotar.
Es lógico pensar que todo va mal. No se puede decir lo contrario pensando que jamás se pueda uno curar, vivir y sonreír. Puede que simplemente esa sea la solución, dejar estallar, no ver, no oler, explotar.
18 de enero de 2012
15 de enero de 2012
Reencarnación
"Mi amor, algo me dice que sí existe la reencarnación". Me dirigí seguro hacia mi mujer.
Ella se sorprendió del comentario y me permitió proseguir:
"Creo que en otra vida fui la madre Teresa de Calcuta".
Más sorprendida aún, esta vez comentó al respecto:
"Si fuiste Teresa de Calcuta ¿Cómo fue que acabaste en tan menos preciado especímen?"
Ella se sorprendió del comentario y me permitió proseguir:
"Creo que en otra vida fui la madre Teresa de Calcuta".
Más sorprendida aún, esta vez comentó al respecto:
"Si fuiste Teresa de Calcuta ¿Cómo fue que acabaste en tan menos preciado especímen?"
12 de enero de 2012
3 de enero de 2012
1 de enero de 2012
Camino por el mundo buscando lo nuevo, lo diferente, lo increíble.
Suele venir a mi mente la idea de perderme en la selva, en el desierto. La idea de esconderme donde solo hay luz y agua, yo y mi alma.
Aunque anhelo ver a la gente. En las mezquitas, en las iglesias, hasta en los templos budistas. Quiero verla caminar, soñar, sonreír. Quiero verla vagar por mi mente, no para recordar sus diferencias, sino para recordar que son aquellas las que son, las que sienten.
Suele venir a mi mente la idea de perderme en la selva, en el desierto. La idea de esconderme donde solo hay luz y agua, yo y mi alma.
Aunque anhelo ver a la gente. En las mezquitas, en las iglesias, hasta en los templos budistas. Quiero verla caminar, soñar, sonreír. Quiero verla vagar por mi mente, no para recordar sus diferencias, sino para recordar que son aquellas las que son, las que sienten.
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